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Esto de los fuegos artificiales y los petardos es como los solsticios, los hay de invierno y de verano. Cada vez es más común celebrar el fin de año con el lanzamiento de cohetes y bengalas al cielo, y al mismo tiempo las fiestas de verano son el momento elegido por mucha gente para dar rienda suelta a esa extraña forma de diversión: hacer explotar cosas.
No te lo vamos a negar: en HANNIKO estamos en contra de la pirotecnia en general, y de la doméstica en particular. Dejando al margen los accidentes que suceden cada año entre personas poco habituadas a la pólvora y sus derivados, lo cierto es que la mayoría de perros no aguanta los fuegos artificiales ni los petardos. Para ser más exactos, no es tanto un rasgo del exquisito gusto canino como un problema muy serio. El efecto del ruido de los fuegos artificiales y los petardos en un perro que les tiene miedo, es igual que someterle a un ataque de ansiedad de gran intensidad. El perro, simplemente, cree que va a morir. Y de hecho, muchos perros terminan pereciendo de infartos fulminantes.
Esto le pasa a tu perro con la pirotecnia y los petardos
No se sabe exactamente por qué unos perros sufren esta fobia y otros no. Pero tampoco es muy importante conocer el origen: basta con saber que a los que les afecta les afecta mucho. Lo dicho anteriormente es real: quien posea un perro temeroso de los fuegos artificiales experimenta lo que significa tener un perro que al segundo siguiente, después del ruido, se ha transformado en otro completamente distinto.
Fuertes temblores, el rabo entre las piernas, gemidos, el terror en su cara y en su forma de actuar… Esos son algunos efectos perceptibles a simple vista. Pero los efectos son mayores en su interior, a nivel físico y mental. Los perros sufren taquicardias, náuseas, irrealidad y la sensación de que van a morir. A los infartos que pueden fulminar a perros débiles o de cierta edad se suma la pérdida de control: muchos perros desaparecen para siempre huyendo a toda pastilla en el momento en que suena la primera explosión anunciadora del espectáculo pirotécnico.
Qué hacer para ayudarles a pasar este momento lo mejor posible
Como en la vida, no hay fórmulas mágicas. El sentido común dice que acostumbrando a tu perro a los ruidos desde cachorro, exponerlo en sus tres primeras semanas de existencia a estallidos y petardos, y no darle importancia al tema, es posible que jamás sufra este problema. Sin embargo, ni siquiera esta táctica puede asegurar que un perro esté libre de sufrir este miedo irracional.
En general, se recomienda eso precisamente, conservar la calma y no tratar de protegerle de un peligro que, realmente, no existe. Para dominar la situación al máximo, lo recomendable es que, si sabes que los fuegos artificiales van a tener lugar a determinada hora, estés en tu casita tranquilamente, con las ventanas cerradas, las persianas, si quieres, también, e incluso con la tele puesta a un volumen un poco por encima de lo normal.
Lo que no es recomendable hacer
Si tu perro se esconde (normalmente debajo de la cama o en algún túnel que conecta tu casa con el centro de la Tierra) no trates de hacerle salir de allí a la fuerza, quitándole importancia a su miedo. Déjale que “evite el peligro” de una manera que a él le haga sentirse seguro.
Si tienes terreno y tu perro normalmente hace su vida en la parte exterior de la casa, no lo dejes a su suerte, esperando que pase el ruido, y mucho menos lo ates, dejándolo solo en el exterior a merced del ruido. Recuerda que tú sabes que los fuegos artificiales son inofensivos… pero tu perro cree que puede morir en los próximos segundos.
En definitiva, siempre que puedas protege a tu perro de los fuegos artificiales y los petardos con medidas preventivas. Es lo mejor que puedes hacer por él.
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