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Lo cierto es que nadie sabe de dónde viene tal afirmación. Los primeros datos acerca del intento de buscar una equivalencia humana en la edad de los perros se encuentran, nada más y nada menos, que en la Abadía de Westminster de Londres. Se trata de una inscripción de 1268 (siglo XIII), un cálculo que asegura que un año humano son nueve años de un perro.
En la edad moderna, se tienen localizados unos textos de matemáticas de los años 60 de este siglo. No, no son textos científicos, sino ejercicios escolares. En ellos se les pide a los niños que calculen la edad de un perro… y para ello se les proporciona el cociente 7.
Nadie sabe exactamente por qué. La tesis de un veterinario de la Universidad de Kansas es que esa arbitraria equivalencia tiene su base en una estrategia de marketing. Si anualmente mi perro cumple siete años, qué menos que llevarle al menos una vez al año al veterinario, ¿no?
Si quieres calcular mejor la edad de tu perro, el tamaño parece que sí importa. La revista Science Alert ha elaborado una tabla con las siguientes conclusiones: un año de vida humana son 15 años en perros pequeños y medianos y 14 años en perros grandes y supergrandes. Sin embargo, el envejecimiento tiene diferente progresión según razas (y otros factores, como la estructura de la cabeza y del sistema respiratorio) y cada año no tiene la misma equivalencia que otro.
Con lo cual, estamos prácticamente igual. No sabemos a cuántos años humanos equivale un año perruno. Una cosa es segura. Los perros viven menos que nosotros. Una evidencia que a los perrófilos inconscientemente nos pellizca el alma. Así que, vivamos lo que vivamos en compañía, hagamos a nuestros perros tan felices como ellos nos hacen a nosotros.
