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Estás tranquilamente viendo la tele y se acerca tu perro. Gime ligeramente y te mira con ojos intensos. Miras el reloj y es exactamente la hora en que cada día llenas su comedero de comida. Vaya, hoy se te había olvidado. ¿Te suena?
Del mismo modo, ¿cuántas veces escuchas la pezuña de tu perro rascando la puerta de la calle, o te lo encuentras sentado inmóvil, apuntando con el hocico a la correa, y de repente caes en la cuenta de que, efectivamente, es la hora de salir a pasear? Esa exactitud y puntualidad se deben a que cuando los perros adoptan una rutina, la integran en su propio reloj biológico. No necesitan mirar la hora porque su instinto está más aguzado que el nuestro. Por eso aman la rutina, y el cambio de hora, en efecto, les afecta. Y por eso también, en general, lo llevan mucho mejor que nosotros, así que no tienes por qué preocuparte demasiado.
Un jet lag en miniatura
Estos cambios de hora tan imprescindibles para ahorrar energía, según se empeñan en decir cada año los expertos, a pesar de las dudas crecientes al respecto, son pequeñas bombas incendiarias en nuestro organismo. También en el de nuestros perros, que como decimos tienen marcado en su interior los horarios de sus distintas necesidades.
Al igual que un largo viaje en avión que nos cambia rápidamente de huso horario sin que nuestro cuerpo se dé cuenta, este cambio de horario provoca tanto en humanos como en perros alteraciones del sueño (insomnio y somnolencia), fatiga durante el día e incluso problemas digestivos. El consejo principal lo podemos aplicar a nuestros perros igual que a nosotros mismos: ir adaptándonos al nuevo horario de manera paulatina en las semanas previas al cambio de hora.
No todos los perros son iguales
Al igual que sucede con las personas, no todos los perros son iguales. Unos llevan mejor que otros los cambios horarios. Si en el plano humano son los niños y los ancianos los más proclives a sufrir algunos inconvenientes, en el mundo perruno son los perros más mayores quienes lo llevan peor. Si notas que tu perro no da la vuelta al tema en un periodo razonable, lo mejor es que lo lleves a tu veterinario para descartar cualquier otra afección psicológica.
En resumen, hay que llevar como mejor se pueda este cambio de hora. Está bien tenerlo en cuenta precisamente por si percibes a tu perro nervioso, un poco raro, y esto te sirve para decidir cómo actuar. Aunque lo más probable es que tu perro se recupere antes que tú y que en pocos días esté tranquilo de nuevo, durmiendo a pierna suelta, mientras tú, sin saber por qué, no puedes dormir.
Si eso te sucede no se nos ocurre mejor consejo que disfrutes de sus ronquidos mientras tú te das un paseo por la web de HANNIKO descubriendo la cantidad de productos exquisitos que hemos diseñado para tu perro.