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Al menos así lo piensan en la Humane Society of Missouri, una asociación que lleva protegiendo animales en Estados Unidos desde 1870. Así que algo deben de saber sobre el tema. En HANNIKO nos ha llamado la atención una de sus iniciativas pioneras, que poco a poco se ha ido extendiendo a otros refugios: la lectura de cuentos por parte de niños a perros abandonados.
Es un círculo vicioso. Los perros abandonados suelen ser, en muchos casos, maltratados. Esto supone que la mayoría de ellos sufre de problemas psicológicos que afectan a su conducta: algunos se convierten en tristes y retraídos, muchos se vuelven nerviosos, otros agresivos… y en general acaban por desconfiar de la raza humana, que tan mal les ha tratado.
El tono de los niños, clave para la confianza
La experiencia de la Humane Society of Missouri demuestra que escuchar la lectura de niños en voz alta puede ayudar a devolver la confianza en el género humano a estos perros, y, por extensión, modificar su conducta, lo que, a su vez, les sitúa en una mejor situación para volver a ser adoptados de nuevo.
Como te contábamos en otro artículo, el tono infantil no es ninguna tontería a la hora de comunicarte con tu perro, y gracias a la dulzura, inocencia y ausencia de maldad que perciben los perros en la voz de los niños mientras les leen sus cuentos favoritos, su visión -y su comportamiento- respecto a los humanos cambia para mejor.
Un toma y daca
Esta iniciativa maravillosa tiene un camino de ida y vuelta. Interrelacionar a perros y niños contribuye a que los seres humanos desarrollen respeto y empatía por los animales desde muy temprana edad. Y no solo eso: leer en voz alta mejora la capacidad de lectura, la comprensión, la dicción y, por tanto, la formación y rendimiento académico de los niños. ¡Todos ganan aquí!
En HANNIKO sabemos por experiencia lo bien que se llevan perros y niños. Esta es, pues, una razón más para seguir combinando estas dos especies maravillosas.
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